LEER UN NUEVO MUNDO 

Aun lo recuerdo como si fuera ayer, cuando era pequeña mi mami y mi abuelita acostumbraba a contarme historias que me hacían feliz y me llevaban a mundos mágicos al imaginar cada una de esas bellas fantasías, al cumplir 4 años empecé mi vida estudiantil y con ella a disfrutar del maravilloso mundo de las vocales, escuchando los sonidos y buscando muchas palabras que comenzaran por ella, luego identificarla de las demás letras formando así la concepción del comienzo de la lectura y escritura, contando con que en ese tiempo no existía otro  método más que las planas¡, cuando pase de preescolar a primaria seguimos con el mismo  método ortodoxo pero que con gran amor y empeño acogimos en nuestro  proceso escolar y así poder contar con un amigo mas nuestro maestro que se propuso a enseñarnos y regalarnos de su sabiduría para ahorita llegar a ser las personas que somos, bueno la materia de español siempre me gusto, cuando leíamos los cuentos pequeñitos amarillos que eran miniatura los cuales la profe se los prestaba a ,os que terminaran rápido y bien , esa era la lucha de cada uno de los del salón para poder leer cada uno de esos cuentos que se convirtieron en un gran recuerdo de infancia.

Cuando llegue al bachillerato conté con la bendición de tener un profesor llamado Hernán Córdoba el cual termino de regar la semilla que otras profes habían sembrado en primaria y ayudarla acrecer, gracias a este profe vivimos divertidas clases con el libro las mil y una noche, nos enseño a que leer no es solo ver palabras, nos enseño a sentir, imaginar y vivenciar  cada una de esas palabras llevándonos así a mundos legendarios.  

Todo esto lo logro con su enseñanza innovadora y alegre, gracias a él nació en mi el amor a la docencia el poder enseñar de esa manera para dejar una huella de por vida en cada uno de sus estudiantes, dejando la marca de ser un gran docente y no un pésimo docente como lo fue el profe de los siguientes años el cual nos ponía a pasar el libro de castellana  y llenar un cuaderno sin vida y frio que lo único que quería era cerrarse y no perder sus valiosas hojas traspasando algo que ya estaba plasmado.

Pero  lo importante es que queda en mí lo mejor de aprender a leer y escribir y no queda más que dar gracias a cada uno de esos seres que forjaron en mí esta gran pasión. 


A UN GRAN AMIGO

Hoy  me  lleno  de  gratitud  y  quiero  dar  gracias  a  un gran   maestro que   hizo  nacer  en mi la más maravillosa  experiencia de ser docente de seguir su  gran   legado  esforzándome cada  día  para  llegar  a  ser  como  el  todo  un personaje  en   el  aula  de  clase  llenándonos  de  motivos y ganas  para  conocer  ese  mundo  que  es  leer  y  escribir.

Gracias mi gran maestro Hernan Córdoba y las lecturas de su libro las mil y una noche.     - (Anonimo)