THE WALL

THE WALL

No necesitamos ninguna educación
No necesitamos que controlen nuestros pensamientos
Ni sarcasmo oscuro en el salón de clases
Profesores dejen a los niños en paz
¡Hey! ¡Profesores! ¡Dejen a los niños en paz!
En conjunto es solo, otro ladrillo en el muro.
En conjunto solo eres, otro ladrillo en el muro.

No necesitamos ninguna educación
No necesitamos que controlen nuestros pensamientos
Ni sarcasmo oscuro en el salón de clases
Profesores dejen a los niños en paz
¡Hey! ¡Profesores! ¡Dejen a los niños en paz!
En conjunto es solo, otro ladrillo en el muro.
En conjunto solo eres, otro ladrillo en el muro.

"¡Incorrecto, hágalo otra vez!"
"Si no te comes tu carne, no podrás comer pudín. "¿Cómo puedes
comer tu pudín si no te comes tu carne?"
"¡Tu!" "¡Sí, tu detrás de las vertientes de la bici, párate derecho señora!"

Esta canción da a conocer las inconformidades de esta educación, donde el profesor se convierte en ese ser sin alma que quiere opacar nuestras vidas y convertirnos en entes caminantes hijos de una educación hostil que quiere obligarnos a no tener pensamientos únicos, ya que el docente se convertía en un ser supremo el único que sabe y puede tener pensamiento, y  el estudiante pierde su valor cognitivo y emocional frente a tantas malos tratos tanto físicos como emocionales donde queda la vida de cada uno de estos pequeños seres que son un mundo único y que esperan tener una educación con sentido y validez, el derecho a una expresión libre, el poder expresar y opinar puntos de vista d los temas tratados y poder preguntar o decir no entendimos.

 Le negaban el derecho a soñar  lo que querían para sus vidas por que se convertían en ridículos pensamientos, no podían ni escribir ni leer por gusto si no lo que los profesores  decían que era correcto.

Se convertían en muñecos marionetas, creadas por profesores que lo único que querían era crear pequeños modelos de sí mismos encerrados en otros cuerpos, y en una jaula de ladrillos tenerlos al mando de ellos y  quitarles el existir cada segundo de sus vidas.

Ahora la escuela se convierte en un nuevo mundo donde cada uno de los estudiantes son seres únicos y con derechos. Merecedores de una gran educación con grandes experiencias y conocimientos, donde nosotros los maestros nos convirtamos en un gran ejemplo para ellos y dejemos una gran huella en su existencia,  y ser recordados siempre por nuestra enseñanza, buscando maneras de incentivar en ellos la lectura y escritura a gusto y la importancia que tiene en nuestras vidas , mostrar ese mundo valioso que nos acompaña y da concejos y nos hace feliz cuando lo necesitamos llevándonos a mundos mágicos donde nuestra alma  y ser,  vuelan y nos sacan de esos momentos emocionales que  nos envuelven en algunos momentos de la vida.

Y nos  salvan la vida haciéndonos seres más capaces  de dar un nuevo paso en nuestras vidas y seguir luchando eso es lo que debemos forjar en cada uno de ellos.